Saber que se esconde tras las miradas
lunes, 28 de diciembre de 2015
sábado, 26 de diciembre de 2015
Será que soy una romántica

Lo peor llega cuando no puedes, cuando en la sociedad y la moral encuentras la horma y aún es más bastardo este sentimiento cuando en los ojos de tu amante ves las ganas que tiene de cogerte y salir corriendo sin importar la dirección, quieres que sea tu momento. Y el suyo. La risa nerviosa acude, pero no solo a tu rostro. Y ahí comienzas a hacerle el amor, sin tocarse, hacer el amor como sentimiento y no sabes si está mal o no tanto; pero tu te mueres de ganas y sin evitarlo sigues mirando, no se cruzan palabras, no se necesitan, es algo mutuo, algo inconsciente. Los fantasmas del pasado comienzan su ritual y la pregunta más tenebrosa retumba entre los dos ¿Y si...?
Y si nada. Haberlo pensado. Lo tuviste en las manos, en los labios, en la cama, lo tuviste para que fuera tuyo y ya no lo es. Ahora él es de otra y tu de otro y sin embargo la tensión se palpaba. Parece que ni tú te lo crees.
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No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
