domingo, 12 de septiembre de 2010

Un camino.

Caminando por el sendero que marca mi destino me encontraba en soledad. El sol aquel dia había cruzado veloz la bóveda de Apolo. A mi derecha algo tan asombrosamente perfecto como es el mar. Poderoso, temido, y a la vez relajante y excitante. Aun asi lo que ocupaba mi lado izquierdo lo superaba con creces, mi amor por ti al igual que el mar era poderoso, temido y peligroso, sin embargo si me lo quitan me arrancan la vida con él. Me hace sentir totalmente especial y autenticamente perfecta. A cual más eterno, a cuál mas puro.

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Deseos

No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.