martes, 31 de mayo de 2011

No princesa, no, este mundo no es de color de rosas,
No princesa, no, tu príncipe no será azul.
No princesa, no, tu casa no será un castillo.
No princesa, no, el corcel de tu puerta no será blanco.


Princesa mía, si sigues viva esta noche, aplaude,
si tienes un hombre que te llame así, se feliz,
si tienes un techo bajo el que dormir, brinda,
si tienes cualquiera de estas cosas, princesa,
conténtate con saber que alguien en el mundo te envidiará.
Princesa, vive.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Gracias por ser la suela de mis días, la luz de Mi noche, los ojos de mis labios. Gracias por ser la herramienta con la que sacar todos mis clavos, gracias por ser lA persona más perfecta del mundo, gracias por existir, gracias por ser la Raíces de este mundo. 
Sin ti no soy nada, una niña tonta en algún lugar del que ni siquiera tiene Conocimientos. Me entiendes, me apoyas, estás conmigo, me haces sOñar, eres de mis días ese momento que es perfecto, el clímax de mi ecosistema, la estrella de mi sistema. Eres una isla en el mar que es la vida, una sonrisa que se perdió y dio a parar a un valle entre montañas. Eres el hijo perdido de Zeus, un semidiós en pleno apogeo, un Indio Sin hogar, el chico de mis sueños, eres mi mundo y mi cielo, mi orgullo, mi pensamiento. Eres mi chico, mi cuerpo, mis labios, eres mi precioso príncipe,  mi inspiración. Marcos, eres mi vida. Marcos, eres mi muerte.
Las dos palabras más hermosas que he oído han sido: Yo también.

sábado, 21 de mayo de 2011

Tan sólo soy una niña con algo en el pecho que no puede controlar. Tan sólo miro el horizonte y pregunto ¿Por qué? a la espera de que una mano experta se pose en mi hombro y sin vacilar me conteste: ¿Por qué no?, pero no lo harán, ya no, ya no hay manos expertas dispuestas a ayudarte, ni sonrisas que te alegren el día, ni cantos que te hagan llorar, ni hombres a los que amar. 
Sólo hay crueldad, sólo misterios, organizaciones nacidas para matar, asesinar a los más pequeños, a explotar, ya no hay nada por lo que luchar y ya pronto se acabará el pan.


Tan sólo soy una niña llorando a un hombre, amándole, pidiéndole que la quiera. Tan sólo una niña de coletas, con mil preguntas y sin apenas respuestas, tan sólo soy una niña que no se controla, una tonta a quien algunos le tienen aprecio. Una niña que sólo necesita un beso.

domingo, 15 de mayo de 2011

Me gustabas mucho por aquel entonces, cuando me decías que me llevarías de la mano por Venecia, que me besarías en París, que Viena estaba para hacer el amor y Roma, la ciudad eterna, para no separarnos jamás. Me gustabas muchísimo cuando con una sonrisa en la cara y el corazón en el puño me pedías matrimonio una y otra vez, sé de sobra que eras capaz, pues tu impulsividad es algo que sin duda te caracteriza. Me encantaba que fueras sincero y me dijeses cosas que realmente me hacían daño y me pidieras perdón de todas las maneras que sabías. Me hacías reír, siempre estábamos riendo. Echo de menos aquellos momentos en los que me relatabas como me ibas a hacer el amor nada más que me cogieses, que planearas el futuro de tal modo que fuera mi vida perfecta y después me dijeras que tu hogar y tu vida estarían donde la mía. Me acuerdo que te enfadabas conmigo cuando te discutía el nombre de nuestro hijo y acabáramos románticos haciendo las paces. Me enamorabas hasta el punto de entregarme a ti cada vez que me llamabas "Mi niña" o "Mía princesa". Pero si hay algo a lo que no me resistiré nunca, algo que puede conmigo y me llevará a la tumba, es que jamás te odiaré, porque no me dejas, porque no puedo. Ahora ya ha muerto el mito. Ahora eres la leyenda de mi vida.
No me preguntes por qué desaparecí: Fui tuya hasta que lo supiste.

viernes, 13 de mayo de 2011

Sólo dos cuerpos en sincronía, dos bailarines de la noche, profesionales del amor.
Oscuridad total, una habitación, un reloj cuyas devastadoras agujas apuntaban a las doce y media exactas. Gemidos se cruzaban entre ambos. La seda de las sábanas era su suelo, su apoyo en este mundo. Nada importaba. Intimidad. Silencio. Algo cayó al suelo, por muy valioso que fuera, este no era el momento. 
El se apoderaba de su cuerpo, ella le arañaba. Buscaban mutuamente su boca, que cada vez que se encontraba se abrazaba como si el mañana fuese ese instante.
No se podían querer más pero desgraciadamente estaba en el pensamiento de ambos que después de esa última noche. El se iría con otra. Ella, ya harta, simplemente esperaría. Dos corazones a punto de despedazarse. Dos vidas que se separan. Bienvenidos al mundo real, siempre cruel, nunca perdona.

sábado, 7 de mayo de 2011

Me gusta pasarme las horas con la mirada perdida entre las sombras del mundo, mientras elaboro sueños que a menudo dependen de otras personas y le fracaso se hace inminente. Busco preguntas para las que no hallo respuesta y quiero que me quieran sin querer. Mi vida se resume a sueños y ambiciones, sólo eso, nada más.
Como adolescente que soy y de ello no reniego, tengo problemas  a los que nadie le da importancia, tal vez ni yo misma en un par de años, quién sabe. Sucumbo ante mis pensamientos al tiempo que mi corazón palpita por un nombre encerrado en una fecha. Sabes que te quiero, sólo te pido que me dejes hacerlo. 

domingo, 1 de mayo de 2011

Momentos Felices

Hablando un día con una de mis lectoras, nos sumergimos en una conversación con bastante interés. Ambas nos preguntábamos hasta que punto los hombres saben decir cosas bonitas que nos hagan sentir mujeres. Yo personalmente contesté que un sencillo "Te quiero" en el mejor de los momentos puede ser la palabra más hermosa que oigas en tu vida. Sin embargo, aún recuerdo cuales son las tres cosas más bonitas que un varón me dijo. Lo cuento ya como anécdota, como mito si es preciso y simplemente porque mi querida amiga me lo pidió:


No puedo clasificar cual se trata de la mejor y cual de la peor, de modo que ni lo intento.


La primera surgió en una conversación hablando de un hipotético embarazo:


Yo: ¿Qué pasaría si ahora estuviera embarazada?
Él: Que me quedaría contigo para siempre, serías mi familia, no hay cosa que desee más en el mundo.
Yo: ¿Harías eso por mi?
Él: No, no lo haría por ti. Lo haría por mi, por mi hijo y de paso por ti.


La segunda ocurrió otro día hablando con el que por aquel entonces era mi pesimista novio:


Él: Si algún día me dejas me corto las venas.
Yo: ¿Acaso no quieres tu vida?
Él: No, no la quiero. Mi vida eres tú y no la quiero, la amo.


La última de ellas fue una noche cuando aún no estábamos juntos y una distancia infernal nos separaba.


Él: Quiero tocarte mientras estamos en la cama sin ropa, que tiembles por mi, quiero que mis hijos sean tuyos.
Carla, quiero hacerte mía ahora mismo.

No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.