domingo, 24 de abril de 2011

Creí por unos segundos que tu eras para mi, que lo tenías todo, que no te faltaba de nada. Deseaba ser tuya para siempre, tenerte entre mis brazos, soñar contigo. Llegaba a ansiar la noche para ver tus ojos. Con tanta intensidad quería las despedidas para leer tu "te amo" que la vida por si sola se convirtió en una rueda llamada rutina, rueda en la que entras y empiezas, y al no ser que saltes lejos no sales, las raíces crecían del mundo hacia a mi, atándome, sorbiéndome la libertad, haciéndome más difícil el día a día, necesito saltar, además quiero. Alguien en el mundo estoy segura que saltará conmigo. Quiero que me cojan la mano y me digan, tranquila princesa, se fuerte, yo estoy contigo. En aquel momento saltaré aunque dejo bien claro hoy que no quiero borrar mi pasado, ahí se queda, solamente el hecho de enterrarlo me sirve, por ahora.

Olvídame por favor y déjame olvidarte.

jueves, 21 de abril de 2011

Anochece en la capital I

Que felices fueron nuestros primeros años juntos en la capital. París se abría ante nosotros en un mundo de luces y sueños. Me acuerdo de aquel 24 de diciembre con total claridad a pesar del paso de 20 años que me separa de él.
Caminaba yo por la Rue de la Coutellerie en un invierno con mucho frío y nieve. Nieve que dificultaba mi paso realentizándome. -Contaba yo por aquel entonces con 22 primaveras, hacía apenas dos meses que me había mudado a París para estudiar arte en su famosa universidad.- De repente divisé a lo lejos la cara de un chico que se ocultaba tras su capucha. No sé que fue, pero algo sentí. Seguimos caminando y algo en mi esperaba nuestro cruce.  Cuando nuestros alientos se encontraron vi una lágrima caer al suelo que no pudiste detener. No sé que me impulsó a ello, no sé que se me pasó en ese momento por la cabeza, -aunque lo más probable es que no haya sido nada.- Pero te grité que me esperaras. Levantaste la cabeza descubriendo tu precioso rostro que me enamoró en ese instante ya.
-¿Qué te ocurre?- Creo que si dije eso fue porque no sabía que más hacer. Tal vez hubiera metido la pata o tal vez no. Tras el incómodo silencio que me obligó a pensar una disculpa rápida tus piernas recorrieron el espacio que nos separaba y me rodeaste con los brazos. Me quedé atónita, era una de esas veces que no sabía lo que se debiera hacer pues no se enseñaba en ningún colegio.
-Sólo esa pregunta.- No pude más y me uní al abrazo, lancé mi bolso al frío suelo y te abracé. No sé si fueron segundos, minutos o horas pero en mi cabeza ese abrazo sigue durando y espero que dure durante mucho tiempo, al menos hasta el ocaso.
Cuando levantaste la cabeza me propusiste el tomar algo y sin dudarlo un segundo acepté.
Me llevaste de la mano a un pequeño bar cercano, durante el camino te reías de mi pésimo francés y tu sonrisa no se borró en ningún momento. Llegamos al bar y pedimos unas copas, tu Martini, agitado, no revuelto, como el famoso James Bond, no te puedes imaginar la gracia que me hicieron esas palabras y a día de hoy no sé si lo hiciste por costumbre o por sacarme una sonrisa, de igual manera, supe que eras especial. por supuesto, yo sin embargo preferí el Baileys, clásico y elegante.
- A propósito, ¿A qué nombre respondes?- Esa era yo.
-Al de Aaron, ¿Y vos?
-Al de Aya. Y dígame Aaron, ¿A qué se debe el motivo de tu tristeza?
-Al reciente entierro de mi madre.- Tu cara tornó sombría, pero cuando más debía desaparecer ese calor que me embriagaba más necesidad tenía de él. Ya de hacer una locura hagámosla completa. Apreté mis nudillos, y acerqué mi cara a la tuya esperando respuesta. Tus ojos tristes se volvieron a iluminar, y en el momento que tus labios rozaron los míos me envenenaste. Y digo me envenenaste pues considero la droga veneno y ahora no puedo olvidar ese surco, esa figura tan bien dibujada debajo de tu nariz.
Cristina:

Por alguien hay que empezar, así que empiezo contigo. Eres mi prima, parte indiscutible de mi, parte de mi vida, desde ese precioso 22 de Julio que naciste no dejas de darme guerra, siempre hemos estado juntas y siempre espero estarlo. Te quiero y no sé por que y no me lo pregunto porque te quiero. Siempre me apoyas. Siempre me comprendes. Siempre vivimos juntas y esté en la parte del mundo que esté llevo un trocito mio. Porque somos del Sporting. Tu eres mi Rubia y yo soy tu Morena <3 Te quiero muchísisisisisisismo


miércoles, 20 de abril de 2011

Cerezas

El tintineo de las dos cerezas que se columpiaban de mis oídos emitían un sonido sólo comparable al del canto de un ave. Apagado pero dulce, apetitoso, sensual. Con cuidado sentí tus brazos rodearme la cintura. Tu cara en mi pelo, tu aliento en mi cuello. Ruborizada mi cara se posó en tu hombro y entre silenciosas risas mi pierna sucumbió ante tus manos, mi mirada ante tus ojos, mi nariz ante tu olfato y una cereza ante tus labios. Con rabia por no ser yo y ansias de conseguirlo, mi boca se unió a ella. Inevitable. Ausente de mi misma.

martes, 19 de abril de 2011

La vida es bella.

Me olvidaba decirte, que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie. Sobre todo a ti. Deberían torturarme para obligarme a decirlo. A decir que quiero hacer el amor contigo, no una vez solo, si no cientos de veces. Pero a ti no te lo diré nunca. Solo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo, aquí, delante de tu casa toda la vida.

Pido, pido y pido.

Pido un minuto de silencio por las mil promesas que fueron susurradas al mismísimo viento en tu ausencia. Mil y un sueños que de verdad deseaba que te llegaran, mil veces que sonreí por nada y otras mil lágrimas caídas sin razón. Por las veces que pronuncié tu nombre despierta, y por las veces que te miré a la cara en mis sueños.
Pido un minuto de silencio por las mentiras, las verdades, las miles de palabras que se quedaron en mi boca cuando quería que saliesen.
Pido un minuto por tus ojos, otro por tu boca. Pido un minuto por los sueños que jamás alcanzaré, y por los que ya conseguí. Por las miles de canciones escuchadas en tu nombre y las películas que ahora nunca olvidaré. Pido un minuto por el pasado, pido dos por el presente y en cuanto al futuro, encárgate tú.

sábado, 16 de abril de 2011

En mi opinión una mujer es mujer cuando conquista sin abrir sus piernas, cuando con una sonrisa consigue hacer que alguien sonría, cuando un beso suyo cura cualquier herida, incluso las que deja el corazón, cuando un te quiero de sus labios vale más que cualquier otra cosa.
En mi opinión una mujer es mujer cuando sus ojos hablan por por su boca expresando así sus sentimientos, haciendo ver que es transparente como el agua ante los demás.
Bajaba yo por las calles de Manhattan, aunque en verdad, has de perdonarme pues no recuerdo bien si se trataba de Manhattan o Brooklyn, cuando absorta totalmente en mis pensamientos llegué a una esquina. Allí al fondo, dos edificios más al frente, tu te apoyabas con tu inseparable habano en los dedos de la mano derecha y en los zurdos un licor que yo conocía bien. Con cuidado e intentando alejar la patosidad de la que me caracterizo a un lado, me oculté esperando que tus ojos no dieran conmigo.
Necesitaba pensar y pensé. Si algo era seguro es que me iba a marcar la carrera de mi vida, pero, ¿En qué dirección?
Miré con cuidado otra vez en busca de la imagen que me devolvía tu perfil, allí seguías. En cierto modo y aunque me haya cruzado contigo antes, ahora mismo estás para representar mi futuro, y eso supone un reto, y tu ya sabes que si hay algo que no me gusta son los retos.


Detrás de mi se abría un complicado laberinto de calles por donde mis pasos me habían traído hasta ti. Acababa de recorrerlo, era todo lo que había dejado alguna vez atrás y tu bien sabes que remover el pasado tampoco es santo de mi devoción. 
A día de hoy, dieciséis de abril de 2011 sigo en esa esquina esperando que mi cuerpo alcance el valor que necesita para tomar una decisión seria en esta vida. 

jueves, 14 de abril de 2011

Para qué ensañarme manchando tu nombre con el (no)insulto que es "puta" si la indiferencia de la que Dios en su gloria me dotó, te daña más que otra cosa. Para que rebajarme a una "barriobajera" cualquiera, si de dos palabras que no entiendas podría dejarte aún más tonta. Puedes estar tranquila, no lo haré pues a diferencia que a ti, a mi me criaron cual ser humano, mas se olvidaron de un pequeño detalle, en el microchip que programa esta mi existencia mezquina, se olvidaron de implantarme el odio. No obstante, para tu desgracia el rencor me reconcome las entrañas desde lo más profundo de mi, manifestándose en mi sed de venganza.

miércoles, 13 de abril de 2011

Recuerdo aquella noche como si de esta tarde se tratase. Recuerdo perfectamente tus dedos bailando entre los míos. Tu podrías describir aquel momento como silencioso, pero a mi simplemente tu calor me lo decía todo. Tu boca se deslizaba gracilmente, bajaba hasta mi ombligo y volvía a subir, me decías que éramos como las olas en el mar, que teníamos un movimiento complementario, me susurrabas que estaba hecha para ti, y sinceramente no valíame discusión alguna. Éramos perfectos, ¿Verdad?, cada hueco de un cuerpo era ocupado con el otro, creábamos un inmenso espacio de sensaciones. Me hacías gemir sólo con tu ser, tu lo notabas y aún te esforzabas más.
De vez en cuando podía oír tu sonrisa jocosa, y mi alma ansiaba salir de su escondite, simplemente para decirte lo que te quería o simplemente para decirte que era tuya.
Recuerdo bien que te encantaba mi pelo, porque su roce provocaba en ti algo más parecido a la lujuria que a la pasión. No te atreverías a mentirme si te pregunto que pensabas estar así para siempre, o al menos eso espero. Porque yo por aquel entonces sólo pensaba en una cosa, cosa que llevaba tu nombre por bandera y tu voz como himno. ¿De verdad eso te gustaba?. Yo sabía que al terminar la maravillosa velada tu se acabaría. Realmente mereció la pena, y quisiera que tu lengua volviera a besar mi cuerpo. Una vez más, quisiera estar en la perdición. Entre tus piernas.
Por favor, deja de decirme te quiero cuando no lo estás sintiendo, deja de prometerme cosas que luego no cumplirás, deja de comportarte tan bien cuando estás conmigo si no quieres, deja de hacerme tu princesa particular. Deja de cambiar constantemente, deja de adecuarte a mi. Cada vez que haces algo de eso, cada vez que una palabra sin certeza sale de tu boca me haces suspirar y cada suspiro que yo suelto está más y más cerca del último de todos ellos. Por favor, déjame vivir, Sólo déjame libre...

sábado, 9 de abril de 2011

Te amé incluso antes de que nacieras, sin conocerte pero sintiéndote, sin mirarte pero conociéndote, te amé porque supe que en algún lugar existías, y ahora además de amarte, puedo adorarte.

Wanted

Se busca un príncipe para una princesa, sin poder ni ley, ni corona, ni reino, se busca amor imposible, como los de las películas. Se busca una vida y un cielo. Se busca presidente de mi ser. Se busca una sonrisa en una tarde triste. Se busca un claro en una tormenta. Se busca alguien que me quiera. Se busca algo por lo que luchar. Se busca amigo y enemigo. Se busca alguien que no quiera regalar el cielo. Se busca una canción que no suene. Se busca un estruendo silencioso. Se busca una noche de puro sexo. Se buscan labios a los que pueda besar. Se busca un todo en este mundo que no es nada.
Muérdeme por favor, deja marcada mi piel con tu boca, hazme daño, haz que no te olvide, hazme tuya un segundo y después huye si quieres, quiéreme solo una noche. Yo no quiero que me lleves al cielo, quiero que el cielo seas tú unas pocas horas. Corónate rey de mi sino, dueño de mi cuerpo, caballero de mi boca. Miénteme por favor. Miente cual bellaco, sólo susúrrame al oído que luchas por mi.  Arráncame la piel con tus uñas, rómpeme la ropa o la cara, me da igual. Por favor, desengáñame, dime que no me quieres y me iré para siempre, pero esto no, este castigo no. Por favor... por favor... abandóname, entrégame a los brazos de la señora soledad, hazlo. Ya.
Dóname una sonrisa que es algo barato y tal vez me hagas sonreír...


Muéstrame tus dientes, por favor...


Sonríe como antaño alguien sonrió...



Disfruta, vive y ríe como un niño...

 
Ellos aprenderán historia de ti, pero tu puedes aprender a vivir de ellos.

Sonríe hoy, mañana puede que no estés aquí.

Dóname una de tus sonrisas.

Te quiero para olvidarte.

Te quiero para olvidarte.

Te quiero para olvidarte.

Te quiero para olvidarte.

Te quiero para olvidarte.

Te quiero para olvidarte.


Dedícame una de tus sonrisas, por favor.

Un día me levanté y dije para mí que yo también quería gritar, quería gritar, pero quería para que los demás me oyeran, así que grité. Un día me levanté y quise pisar fuerte, así que me armé con 13 cm de tacón y salí a la calle para que se me oyera. Un día me levanté y me dije que quería que el mundo se riera a mi paso, así fue de sencillo, sonreí. Un día me levanté y decidí que ya era hora de tomar las riendas de mi sino, de modo que comí sin importar mi imagen, bebí al compás de cada mordisco y respiré con cada latido. Un día me levanté y descubrí que podía hacer que la gente fuera feliz. No me lo pensé, ese mismo día comprendí que esto no era para mi, así que luché. Hoy me he levantado y siento que he hecho algo, he comprendido que no nací para ti, si no que nací para mí.
Hoy he comprendido que jamás llegaré a querer a alguien como hoy me quiero a mí.

Me gusta Roma.

-Me gusta Roma.- Repetía una y otra vez. -Me gusta Roma porque la ciudad en sí recoge mi vida y mi alma, y me proporciona el anonimato que tanto ansío.- Ese día en concreto aún añadió otra cosa.- Además hoy he aprendido que en esta tierra todo lo olvidas, y... todo lo mantienes presente hasta el punto de no olvidar nada. Me gusta Roma. Aún recuerdo que te encantaba el verde. Aún recuerdo tu sonrisa eterna.
No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.