Sin quererlo, sueño con tus ojos y siento tu cuerpo junto al mío, otra vez. Como siempre. Como ya no puedo decírtelo, no puedo susurrártelo, lanzo gritos al papel, gristos de angustia que esperan ser escuchados algún día.
No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
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