lunes, 20 de junio de 2011
Lo nuestro empezó ya una tarde de verano para acabar dos días antes de que todo sucediera. Si los pájaros cantaban no me acuerdo, tan sólo veo tus llantos y siento el viento en mi pelo. Tu suplicabas, yo lloraba sin lágrimas mientras veía pasar tus sueños y mis sueños por todos los lados. Las promesas que se alejaban, un paraíso que se volvía imposible ante mis ojos. Inescrutable era el cielo y que ciertas tus palabras.
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No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
Un relato verdaderamente triste. Confío en que ya esté todo olvidado (o casi)
ResponderEliminarNi por asomo, pero tal vez todo se deba a que no lo quiero olvidar, sino, volver a ello.
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