sábado, 7 de mayo de 2011

Me gusta pasarme las horas con la mirada perdida entre las sombras del mundo, mientras elaboro sueños que a menudo dependen de otras personas y le fracaso se hace inminente. Busco preguntas para las que no hallo respuesta y quiero que me quieran sin querer. Mi vida se resume a sueños y ambiciones, sólo eso, nada más.
Como adolescente que soy y de ello no reniego, tengo problemas  a los que nadie le da importancia, tal vez ni yo misma en un par de años, quién sabe. Sucumbo ante mis pensamientos al tiempo que mi corazón palpita por un nombre encerrado en una fecha. Sabes que te quiero, sólo te pido que me dejes hacerlo. 

1 comentario:

  1. Siempre vivimos soñando, los sueños ayudan a las realidades que nos rodean a ser mas llevaderas.

    Ser adolescente es maravilloso, siempre digo que es la etapa en la que "tenemos el derecho y el deber de equivocarnos", este es el momento..

    Cuando dejamos de soñar, sólo entonces, envejecemos...

    Me ha gustado mucho tu entrada.

    Nos leemos
    Bsos, de una casi cuarentañera muy adolescente...

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Deseos

No. No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.